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viernes, 7 de junio de 2013

♥Los besos♥ Un Lenguaje de tiempos remotos...

A los besos

Para algunos es un arte; para otros, algo natural e indispensable en una relación afectiva. Ríos de tinta se han escrito acerca de los besos. Ahora, además, la ciencia confirma que son saludables. ¿Qué estamos esperando? Hay que besarse más!! 


La historia cuenta que Romeo besó a Julieta y los dos se durmieron eternamente; también, que con un beso Judas delató a Jesús en el monte Getsemaní; y que un espléndido príncipe besó los labios de Blancanieves y la despertó de su sueño mortal. "Esa especie de movimiento de aspiración de los músculos de los labios, acompañado de un sonido más o menos suave, que debe practicarse en contacto con otro ser humano u objeto, de lo contrario, parecerá que estamos llamando a un caballo", como lo describió el biólogo francés Christopher Myrop, tiene su magia y sus secretos. 
Los antropólogos, suelen determinar sus orígenes en el contacto entre una madre y su hijo: unos sostienen que está relacionado con el instinto de succión de los bebés; otros, que tiene que ver con el reconocimiento olfativo tan característico de los animales, y un tercer  grupo que argumenta que esta costumbre derivaría del hábito de las madres de masticar la comida de sus bebés para luego pasarla de boca en boca.
Lo único cierto, entonces, es que los besos son tan antiguos como el hombre mismo. Hay evidencias en el Antiguo Testamento: "¡Oh, si el me besara con besos de su boca!; Como panal de miel destilan tus labios, oh esposa; Miel y leche hay debajo de tu lengua" Cantar de los cantares 1: 2 y 4: 11 (Varía según la versión).
También en Persia, por ejemplo, era común que los hombres se besaran en la boca -solo si se trataba de personas del mismo estatus social;  a quiénes se consideraba jerárquicamente inferiores se los besaba en el rostro-, y en la Grecia antigua, los besos en la boca eran exclusivos de los vínculos más íntimos: padres con hijos, hermanos entre sí o amigos cercanos entre sí.
En el Renacimiento era la forma de saludo más común, y en el siglo XV, los nobles franceses podían besar a cualquier mujer que quisiesen, mientras que en Italia, si un hombre besaba a una doncella en público, debía casarse con ella. De inmediato!!! Las cosas cambiaron radicalmente durante la Revolución Industrial, cuando estaba terminantemente prohibido hacerlo en público y llegó a extremos, casi a punto de desaparecer, a finales del sigloXIX, porque la moral victoriana condenaba cualquier manifestación de sentimientos.

Los distintos besos, según William Cane, autor de The Art of Kissing

Beso con lengua (french kiss): Descripto como el más sensual, se trata de explorar delicadamente con la lengua la boca de la otra persona.
Beso pegado: Tomar con los labios los labios del otro.
Beso inclinado: Uno de los dos besa con la cabeza hacia atrás. (Se referirá al que Mary Jane le dio a Peter Parker en El Hombre Araña?) 

Beso de succión: Tomar entre los labios uno de los labios del otro (inferior o superior) y succionarlo.
Beso tentador: Besar incansablemente a la pareja hasta que esta no pueda resistirse más.
Beso de presión: Tocar con el dedo el labio del otro besándolo con la lengua.
Beso de contacto: Acariciar los labios del otro con la lengua.
Beso con mordisco: Morder los labios del otro, pero en forma sensual y apasionada a la vez, aumentando así el calor del momento.
Beso apasionado: Ambos se besan mezclando la ternura con la pasión, presionando fuertemente sus bocas. 
Beso esquimal: Se rozan con suavidad las puntas de las narices. Es un gesto de ternura.
Beso de trompa (piquito): Beso rápido solo en los labios.
Beso de labio inferior: Cuando se besa el labio inferior de la pareja.
Beso broche: Con los labios, sujetar los labios de ella o él.
Beso palpitante: Recorrer toda la boca con besos pequeños y cortos.

Besos de pantalla

El siglo XIX concluyó un "una invención sin ningún futuro", como los hermanos Lumiere describieron al cine. Apenas un año más tarde, Thomas Alva Edison estrenó una película que tituló, precisamente, "El beso", donde podía verse cómo el protagonista apoyaba tímidamente sus labios sobre una actriz regordeta. 
La sociedad entera puso el grito en el cielo y el inventor de la lamparita se  convirtió en la primera víctima de la censura cinematográfica. Pero poco a poco, los besos fueron conquistando la pantalla, y hoy es impensable una película romántica sin un beso. 
Los hay de muchos e inolvidables, como el que Clark Gable le roba a Vivien Leigh 

en Lo que el viento se llevó, mientras le susurraba: "No importa que tú no me quieras. Scarlett, bésame, bésame de una vez"; o el que Julia Roberts le da a Richard Gere 


en Mujer bonita; o el de Ryan Goslin y Rachael McAdams, en Diario de una pasión, 
que en 2009 ganó el premio al mejor beso de película, (y vale la pena ver el video de la entrega de premios si quieren ver un buen beso). 
Hay infinidad de foros en internet que desafían a postular el mejor beso de película. Pero al margen de los premios, el mejor tributo, es el que hizo la conmovedora película Cinema Paradiso con un video de los besos más emblemáticos del cine.


Y si en la pantalla las escenas románticas conmueven, que decir de la primera vez que uno es besado... "El primer beso es una de las experiencias más intensas de la vida", confirma Sheril Kirshenbaum, investigadora de la Universidad de Texas, en su libro "La ciencia de los besos". Según ella, la mayoría de las personas recuerda hasta los últimos detalles de esa experiencia. "Un mal primer beso puede pronosticar un futuro desastre amoroso de muchas maneras, porque un beso es la más íntima de las expresiones de la conducta humana, incluso mucho más que las relaciones sexuales", explica. "El beso amoroso es determinante por la gran conexión emocional que ese acto conlleva". En síntesis: saber besar es importantísimo. Aunque parezca increíble, en YouTube es posible tomar lecciones "a la carta", quizá la mejor manera de aprender a besar sea besando. Y el mejor beso será el que se dé a la persona adecuada, en el lugar indicado y en el momento oportuno.

Hay que besarse más!! 

Pero hay mucho más acerca de los poderes de los besos. Allá lejos y hace tiempo, los celtas creían que bastaba unir los labios para obtener propiedades curativas, y eso hoy, está científicamente comprobado. Desde quemar calorías, fortalecer las defensas inmunológicas, activar la circulación, disminuir la presión sanguínea y el colesterol, y superar depresiones. (Parece ser que los besos son sanísimos.... ahí vuelvo, me fui a besar a mi novio ♥).
La razón está en que libera oxitocina en la sangre y brindan una sensación de bienestar. También el corazón es otro gran beneficiado: besarse eleva de 70 a 150 los latidos por minuto, lo que hace que se libera más sangre al cuerpo.  
El intercambio de fluidos también tiene sus desventajas: hace poco, fisiólogos de la Facultad de Medicina de Estocolmo, en Suecia, probaron que un beso en la boca que dure tan solo 10 segundos, entre dos personas sanas, puede transferir hasta una 350 bacterias. Pero basta con que cada una de esas personas tenga caries, angina o bronquitis para que el traspaso de insidiosos microorganismos pueda multiplicarse por diez. Como es obvio, los besos deben omitirse en caso de enfermedades altamente contagiosas, como la mononucleosis, a la sazón conocida como "la enfermedad del beso", la gripe A (H1N1) y la hepatitis A, entre otras. (Fuera de estas excepciones puntuales, todo pareciera indicar que hay que seguir el consejo de Roberto Galán y "besarse más").

Besuqueiros

Algo de eso hay en Argentina. Hace algunos años, comenzó a imponerse el beso entre hombres como algo habitual. Por nuestras raíces italianas no era tan inusual este tipo de manifestación entre padres e hijos, pero ahora el hábito se hizo extensivo... a todo el mundo. 
Hoy es normal que los compañeros de trabajo se besen entre sí, que los jugadores de football festejen un gol a los besos y que se bese al paseador de perros cuando viene a buscar a la mascota. La costumbre manda besarse tanto para dar la bienvenida como para la despedir. 
Frente a este avance hay defensores y detractores. Entre los segundos, Daniel Schweimler, corresponsal de la BBC en Argentina, para quien "hay mucho beso en Buenos Aires"; y Tomás Abraham, que hace algunos años inició una campaña contra el Beso  Obligatorio Masculino (BOM). "Nada de esto implica una cruzada machista, sino un recuerdo de la antigua caballerosidad", eplico el filósofo para quien esta es una costumbre porteña. (A lo que yo opino que este hombre tiene que visitar un poco más su país!!).
"A ningún catamarqueño se le hubiese ocurrido entrar al café de la plaza frente a la intendencia y besar 5 veces la mesa de 5", escribió en su blog. 

Dígalo con mimos:

El beso en la mano: Implica ternura y deseos de sentirse querido.
El beso en el cuello: Es sinónimo de pasión y desenfreno. Según William Cane, solo al 10% de los hombres le gusta besar en el cuello, mientras que el 90% de las mujeres disfrutan mucho ser besadas en esa área.
El beso en la oreja: Significa juego. Atención: puede ser que el sentimiento no sea genuino!! 
El beso en el cabello: Dependencia y necesidad de un amor eterno.
El beso en los ojos: Ternura. También significa la necesidad del otro.
El beso con ojos cerrados: Significa ensoñación y entrega.
El beso robado: Denota timidez y fantasía emocional.
El beso en los labios abrazando la cintura: Un amor más maduro y reflexivo que se ha consolidado a pesar de los obstáculos.
El beso en la frente: Sumisión y, sentido de protección a quién se besa.
Los besos arrebatados: En las parejas consolidas significan que siguen en plena luna de miel, y en las que empiezan, que el amor es poco duradero.
El beso en la mejilla: Sincera y jovial amistad... pero nada más.

Mis besos favoritos:

De la película Mi primer Beso

De la película El diario de la princesa

De la película Ghost

De Casi Ángeles
Nico y Cielo:

Paz y Camilo:

Vale y Rama:

Thiago y Mar:
Simón y Mar:

Paula Chavez y Peter Alfonso:

3MSC:


Tengo ganas de ti

Pepa y  mi papi Pepe:

Mi amor y yo: 


¿Qué queda por decir? Simplemente, enviar un beso de despedida! :*
Besos <<------ Click aquí

By Agustina Tanoira. Revista Nueva, Domingo 24 de Abril de 2011

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